Otra anécdota más, de esta última semana. Ibamos con la Niva por una avenida en C.A.B.A, nos corta un semáforo, se nos pone a la par una Duster negra, y el conductor, con los ojos abiertos por la sorpresa, nos grita. "DSX 248..., esa Niva fué mía... La compré con 10.000 km, tenía llantas blancas..., y la vendí con 50.000. La Niva, ¡¡¡ qué fierro !!!". El semáforo se puso en verde, teníamos dos millones de autos atrás, tuvimos que arrancar, y lo perdimos de vista... Un antiguo dueño...